Prensa rural. Nelson Lombana Silva
A pesar de la dura represión por parte de la policía y el Esmad, el paro nacional cafetero en el departamento de Tolima se fortalece, se radicaliza y se profundiza. El arribo de nuevos labriegos procedentes de los 47 municipios va en aumento diariamente.
Adicionalmente, un grupo importante de alcaldes y personeros municipales se han pronunciado a favor de la protesta y han expresado su decisión de hacer causa común para apoyar la lucha justa de los pequeños y medianos caficultores. Expresaron su decisión de presionar ante el alto gobierno nacional para que apresure una solución plausible a los intereses de los trabajadores del campo. Seis mandatarios reunidos el día inmediatamente anterior en el hotel Ambalá criticaron duramente la ausencia del alcalde de Ibagué, Luis H Rodríguez y el personero municipal de esta ciudad.
El alcalde del municipio de Rovira, Diego Andrés Guerra, se puso al frente de esta convocatoria, la cual fue aceptada por sus homólogos de Anzoátegui, Cajamarca, Rovira, San Antonio, Roncesvalles, Valle de San Juan y Ortega.
Sobre las razones que lo llevó a tomar participación protagónica, el mandatario Guerra de profesión médica, dijo: “Esto se motivó a raíz de una información de la gente que me ha dado del municipio de Rovira, de una serie de abusos, excesos de fuerza del orden público, calamidad de salud y de hambre que están pasando los campesinos que vinieron a encabezar el paro desde Rovira en el sitio de Boquerón”.
“El sábado quise venir personalmente con una comisión de Rovira, trajimos algunos medicamentos, algunas ayudas para los campesinos y nos dimos cuenta que la situación que están pasando es muy delicada. Los campesinos decían que los alcaldes estamos aislados, que estamos fuera y no hemos querido pararle bolas a una problemática social. Lo que quise hacer hoy fue convocar a los alcaldes cafeteros, que ellos de una u otra forma han estado pendientes de sus comunidades. Hoy estuvieron los alcaldes de Valle de San Juan, delegado del alcalde de Ortega, Cajamarca, Anzoátegui, Roncesvalles, San Antonio y Rovira”.
Otro aspecto importante es lo relacionado con la dinámica orgánica. Dirigentes populares del Sindicato de Trabajadores Agrícolas del Tolima, SINTRAGRITOL y ASTRACATOL, se han unido para direccionar la protesta de los cafeteros en el departamento del Tolima, especialmente en el barrio Boquerón de la ciudad de Ibagué, Tolima.
Después de consultar a los 8 mil campesinos que hay en este lugar el domingo mediante la realización de tres asambleas, se conformó una comisión representativa con líderes municipales y veredales. Esta comisión sesionó ayer concluyendo con la conformación de cinco comisiones, las cuales tendrán autonomía de acuerdo a sus funciones, pero todas estarán articuladas debidamente en comunicación de doble vía, para dar una sola orientación, favoreciendo la unidad, la coordinación y la organización.
Estas comisiones son: 1. Derechos Humanos y Salud; 2. Seguridad y Apoyo Jurídico; 3. Comunicaciones; 4. Logística y Alimentaria; y 5. Política. Anoche se hizo la socialización de la iniciativa la cual tuvo acogida por todos los presentes, tomando la protesta una dinámica unitaria, coordinada y organizada.
Se busca con esta iniciativa cerrarles el paso a los anarquistas y a la inteligencia militar infiltrada, los cuales vienen generando desórdenes para “justificar” la acción criminal de la Policía y el Esmad, según vienen señalando los huelguistas.
Esta iniciativa orgánica posiblemente será socializada en los demás puntos de convergencia y de lucha campesina en el transcurso de los próximos días, con el propósito de hacer más contundente la gigantesca protesta que se viene desarrollando en 13 departamentos de Colombia.
El boletín informativo fechado marzo 4 de 2013, socializado anoche en el barrio Boquerón, termina diciendo: “Con el ánimo de fortalecer orgánicamente nuestra justa protesta llamamos muy fraternalmente a la unidad, a la organización y a permanecer firmes en esta lucha que venimos librando con decisión y coraje. Destacamos el valor de la mujer, el valor de la juventud campesina y también el valor de los mayores, que a pesar de la dura represión se mantienen firmes y consecuentes con la causa”.
“La Federación de cafeteros está en manos de la Burguesía”
El dirigente popular, Edgar Sánchez Cortés, al presidir las asambleas para explicar el proyecto de unidad y organización en el barrio Boquerón, señaló que la Federación Nacional de Cafeteros está en manos de la burguesía. “Esta mañana, (antier) el señor presidente de la república salió a decir a través de los medios de comunicación que el paro estaba levantado. Eso es falso. El presidente negoció fue con la Federación Nacional de Cafeteros, que está en manos de quién, pues de la oligarquía, no en manos de nosotros los campesinos”. (Aplausos y vítores)
Agregó: “Como tal, mientras el gobierno no se siente a dialogar con los que producen, con los que arrancan lombrices y los que limpiamos los cafetales, no hay arreglo. Si van a negociar con la gente de escritorio, nosotros no somos de escritorio, somos del campo”. (Siiiiiiiiiiiii, bravo exclaman los presentes)
Testimonios
Efraín Bohórquez, habitante del barrio Boquerón: “Quiero pedirle al gobierno que arregle lo más pronto posible la problemática de los campesinos, porque estamos viviendo una vida muy verraca, muy tenaz, sobre todo por el gas lacrimógeno y las bombas de aturdimiento. Los niños, nuestros hijitos, son los más afectados, porque vienen tirando esos gases sobre nuestras casas, perjudicando gravemente a los niños”. “Es un problema para todo: Para uno salir de la casa, para entrar, ir al trabajo es muy complejo. Son muchos los problemas que se generan”.
Lina Bohórquez, barrio Boquerón: “El gobierno debe arreglar lo antes posible porque tengo un niño de dos años y vive muy afectado por esos gases y esos estruendos. Mantiene asfixiado. Antier, los antimotines tiraron piedra sobre la casa, dañaron las tejas, me tiran ese gas cerca a uno, no hay respeto, mucho menos consideración. Le he hecho el reclamo y los del Esmad nos dicen que es que nosotros somos aliados con los campesinos, que por qué no los sacamos del barrio, pero cómo lo vamos a sacar, pensamos que tenemos que estar dentro de la casa pero eso no vale porque ellos tiran gases para el interior de las casas, dañan los vidrios, etc. No respetan. Nos tiran piedras sobre las casa. No sabemos qué hacer”.
Luz Mélida Chagualá, barrio Boquerón: “La situación la veo grave. Grave porque no quiere el gobierno arreglar nada, absolutamente nada. Este paro me afecta muy duro, muy duro, porque para nosotros es muy duro que estemos a orillas de una vía central y estemos peligrando constantemente nuestras vidas, la vida de los hijos, tememos que le coloquen una bomba a la casa y nos la tumben, uno no sabe qué puede pasar en cualquier momento y cada vez que hay esas agresiones tan violentas. Acá vivimos cinco personas, una menor de edad de cinco años. Las personas del segundo piso tienen unos niños y tuvieron que llevarlo para otra parte porque se estaban ahogando”.
José Rubiel Leal, vereda Honduras, municipio de Ibagué: “Los policías vienen abusando de la fuerza, no miden consecuencias. Un amigo mío que vive en la vereda San Cristóbal Alto, tiene alrededor de 22 años lo cogieron los señores del Esmad y le partieron una pierna, le partieron un brazo, lo volvieron nada. Es un campesino que yo lo distingo hace más de diez años. Esta agresión ocurrió el domingo en horas de la tarde, cerca al CAI de Boquerón”.
Hassler Díaz Camelo, joven acompañante: “He recibido duros golpes del Esmad, estoy amenazado, ya me la sentenciaron. En estos días he visto cosas horripilantes: He visto cómo le disparan a los campesinos a quemarropa. El sábado ya utilizaron armas de fuego. Vi cómo le dispararon a un campesino en tres oportunidades, uno proyectil de esos se le incrusto a un ladito de la columna vertebral. Tuve en mis manos varias vainillas de esas. Vi cómo los campesinos tuvieron que botar comida al estar al parecer envenenada. El sábado un desconocido, al parecer de la SIJIN, entregó una paca de agua. La gente la distribuyó. Algunos menos mal la utilizaron para bañarse la cara y que sorpresa, eso picaba duro en la piel. Examinaron el agua y descubrieron que tenía en su interior una mancha amarillenta. Muchos campesinos temen ser envenenados o ser víctimas de sustancias que generen diarreas o sueño. Ahora, no se puede recibir “donaciones” de desconocidos”.
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