jueves, 9 de mayo de 2013


Tercer día de paro general en Bolivia

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, criticó la posición de los huelguistas y los acusó de promover el derrocamiento del presidente Evo Morales. La Central Obrera Boliviana declaró que seguirán sus acciones de protestas.
 Tercer día de paro general en Bolivia
Más de cien manifestantes fueron detenidos ayer después de choques entre mineros y policías por la destrucción de un puente con dinamita, en el tercer día de la huelga organizada por la Central Obrera Boliviana (COB).

“Se ha procedido a la aprehensión de más de cien personas que estaban portando dinamita, que estaban lanzando materiales contundentes, piedras, y provocando a la policía”, informó el ministro del Interior, Carlos Romero, en rueda de prensa. Tras tres días de manifestaciones, el gobierno de Bolivia denunció ayer la existencia de tendencias golpistas entre la dirigencia sindical que sostiene la huelga general.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, criticó la posición de los hueguistas y los acusó de promover el derrocamiento del presidente Evo Morales. “Quiero pedir a algunos dirigentes de la COB que se parezcan más a sus bases y se alejen de las tentaciones de violencia, de golpismo, de toma de instituciones públicas, como lo han señalado de manera temeraria”, dijo Quintana. El vicepresidente criticó las amenazas de la COB de ocupar algunas instituciones públicas, expresiones que consideró señales de intolerancia antidemocrática.

Los choques se produjeron cuando cientos de mineros se apostaron a la altura del poblado andino de Caihuasi donde, tras dinamitar un puente para cortar la ruta, fueron desalojados por la policía con gases lacrimógenos. El enfrentamiento produjo seis heridos, entre ellos dos policías, que fueron derivados a hospitales de la ciudad andina de Oruro.

Los mineros que participan en las protestas son trabajadores de la empresa minera Huanuni –la mayor firma estatal del sector–, que se han sumado a las movilizaciones encabezadas desde el lunes por la COB para exigir mejoras en el régimen de pensiones.

La COB reclama que los trabajadores puedan cobrar una jubilación mensual con un valor equivalente al ciento por ciento de los últimos sueldos que recibían y no sólo con un 70 por ciento como marca la ley vigente.

Sin embargo, el gobierno también sostuvo que no cederá a la demanda de la COB, que equivaldría a aumentar la jubilación mínima de los mineros a 8000 bolivianos (1147 dólares) y a 5000 (715 dólares) para el resto de los sectores, porque a su juicio eso pondría en riesgo todo el sistema de pensiones, en especial de los que menos cobran. La propuesta oficial, precisada por el ministro de Economía, Luis Arce, es llevar el máximo de las jubilaciones de los mineros a 4000 bolivianos (570 dólares) y la del resto de los trabajadores a 3200 (457 dólares).

Las movilizaciones cuentan con la participación principal de sectores fabriles y trabajadores de hospitales, y los bloqueos se han extendido a las carreteras de siete de las nueve regiones de Bolivia y afectan el paso en las rutas fronterizas con Chile y Argentina.

Ayer, luego de ser dinamitado, el puente de Caihuasi quedó totalmente intransitable, según el comandante nacional de la policía, general Alberto Aracena. Situado a casi 200 kilómetros al sudeste de La Paz, Caihuasi está en la carretera principal que va desde esta ciudad hasta la región central de Cochabamba y la oriental de Santa Cruz.

Además, la policía capturó el martes dos ambulancias –una de ellas cargada de explosivos y la otra estaba siendo utilizada para desplazar gente para provocar violencia– y un minubús con dinamita, afirmó Romero.

Sin embargo, la COB declaró que seguirán sus acciones de protestas. “Las medidas de presión se mantienen, los puntos de bloqueo se mantienen. La unidad de los trabajadores está fortalecida”, dijo Juan Carlos Trujillo, máximo líder de la COB, quien destacó que la dirigencia sindical únicamente se reunirá con el presidente Morales.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, ratificó que el gobierno no accederá a la demanda de los sindicatos, aunque renovó la disposición al diálogo del Ejecutivo, rechazada anteayer por la COB. “En el diálogo con la COB vamos a reiterar esta propuesta (de pensiones planteada por Arce) porque es irrevisable. No vamos a poner en riesgo la economía del país, la sostenibilidad del Fondo Solidario y la asignación de recursos para la gente que gana menos en el país”, afirmó.

Asimismo, movimientos sociales afiliados a la COB, como la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) y la Confederación de Mujeres Campesinas, Indígenas y Originarias Bartolina Sisa, pidieron a los dirigentes de la central obrera reflexionar y retomar el diálogo con el gobierno.

Por otro lado, el ministro de Trabajo, Daniel Santalla, descartó que pueda haber alguna reunión con el presidente Morales o su vicepresidente y censuró a quienes no quieren negociar con otras autoridades. En un afán de extender el conflicto, José Luis Alvarez, dirigente de los maestros urbanos de La Paz, anunció que su sector se sumará a las protestas ampliando la movilización en las ciudades y reforzando el corte de rutas para convulsionar todos los lugares posibles.

La Administración Boliviana de Carreteras (ABC), por su parte, reportó seis puntos de bloqueos en las principales carreteras del país. Continúa interrumpida la ruta hacia Chile en la localidad de Apacheta, a 30 kilómetros de La Paz, y también una vía hacia Argentina, en el sur del país. El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, criticó la posición de los huelguistas y los acusó de promover el derrocamiento del presidente Evo Morales. La Central Obrera Boliviana declaró que seguirán sus acciones de protestas.

Más de cien manifestantes fueron detenidos ayer después de choques entre mineros y policías por la destrucción de un puente con dinamita, en el tercer día de la huelga organizada por la Central Obrera Boliviana (COB).

“Se ha procedido a la aprehensión de más de cien personas que estaban portando dinamita, que estaban lanzando materiales contundentes, piedras, y provocando a la policía”, informó el ministro del Interior, Carlos Romero, en rueda de prensa. Tras tres días de manifestaciones, el gobierno de Bolivia denunció ayer la existencia de tendencias golpistas entre la dirigencia sindical que sostiene la huelga general.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, criticó la posición de los hueguistas y los acusó de promover el derrocamiento del presidente Evo Morales. “Quiero pedir a algunos dirigentes de la COB que se parezcan más a sus bases y se alejen de las tentaciones de violencia, de golpismo, de toma de instituciones públicas, como lo han señalado de manera temeraria”, dijo Quintana. El vicepresidente criticó las amenazas de la COB de ocupar algunas instituciones públicas, expresiones que consideró señales de intolerancia antidemocrática.

Los choques se produjeron cuando cientos de mineros se apostaron a la altura del poblado andino de Caihuasi donde, tras dinamitar un puente para cortar la ruta, fueron desalojados por la policía con gases lacrimógenos. El enfrentamiento produjo seis heridos, entre ellos dos policías, que fueron derivados a hospitales de la ciudad andina de Oruro.

Los mineros que participan en las protestas son trabajadores de la empresa minera Huanuni –la mayor firma estatal del sector–, que se han sumado a las movilizaciones encabezadas desde el lunes por la COB para exigir mejoras en el régimen de pensiones.

La COB reclama que los trabajadores puedan cobrar una jubilación mensual con un valor equivalente al ciento por ciento de los últimos sueldos que recibían y no sólo con un 70 por ciento como marca la ley vigente.

Sin embargo, el gobierno también sostuvo que no cederá a la demanda de la COB, que equivaldría a aumentar la jubilación mínima de los mineros a 8000 bolivianos (1147 dólares) y a 5000 (715 dólares) para el resto de los sectores, porque a su juicio eso pondría en riesgo todo el sistema de pensiones, en especial de los que menos cobran. La propuesta oficial, precisada por el ministro de Economía, Luis Arce, es llevar el máximo de las jubilaciones de los mineros a 4000 bolivianos (570 dólares) y la del resto de los trabajadores a 3200 (457 dólares).

Las movilizaciones cuentan con la participación principal de sectores fabriles y trabajadores de hospitales, y los bloqueos se han extendido a las carreteras de siete de las nueve regiones de Bolivia y afectan el paso en las rutas fronterizas con Chile y Argentina.

Ayer, luego de ser dinamitado, el puente de Caihuasi quedó totalmente intransitable, según el comandante nacional de la policía, general Alberto Aracena. Situado a casi 200 kilómetros al sudeste de La Paz, Caihuasi está en la carretera principal que va desde esta ciudad hasta la región central de Cochabamba y la oriental de Santa Cruz.

Además, la policía capturó el martes dos ambulancias –una de ellas cargada de explosivos y la otra estaba siendo utilizada para desplazar gente para provocar violencia– y un minubús con dinamita, afirmó Romero.

Sin embargo, la COB declaró que seguirán sus acciones de protestas. “Las medidas de presión se mantienen, los puntos de bloqueo se mantienen. La unidad de los trabajadores está fortalecida”, dijo Juan Carlos Trujillo, máximo líder de la COB, quien destacó que la dirigencia sindical únicamente se reunirá con el presidente Morales.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, ratificó que el gobierno no accederá a la demanda de los sindicatos, aunque renovó la disposición al diálogo del Ejecutivo, rechazada anteayer por la COB. “En el diálogo con la COB vamos a reiterar esta propuesta (de pensiones planteada por Arce) porque es irrevisable. No vamos a poner en riesgo la economía del país, la sostenibilidad del Fondo Solidario y la asignación de recursos para la gente que gana menos en el país”, afirmó.

Asimismo, movimientos sociales afiliados a la COB, como la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) y la Confederación de Mujeres Campesinas, Indígenas y Originarias Bartolina Sisa, pidieron a los dirigentes de la central obrera reflexionar y retomar el diálogo con el gobierno.

Por otro lado, el ministro de Trabajo, Daniel Santalla, descartó que pueda haber alguna reunión con el presidente Morales o su vicepresidente y censuró a quienes no quieren negociar con otras autoridades. En un afán de extender el conflicto, José Luis Alvarez, dirigente de los maestros urbanos de La Paz, anunció que su sector se sumará a las protestas ampliando la movilización en las ciudades y reforzando el corte de rutas para convulsionar todos los lugares posibles.

La Administración Boliviana de Carreteras (ABC), por su parte, reportó seis puntos de bloqueos en las principales carreteras del país. Continúa interrumpida la ruta hacia Chile en la localidad de Apacheta, a 30 kilómetros de La Paz, y también una vía hacia Argentina, en el sur del país.

Desdeabajo

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