EE UU, a la reconquista del Caribe
“Nosotros
los necesitamos”, ha repetido un par de veces el vicepresidente Joe Biden al
despedirse de un breve pero intenso encuentro que sostuvo este martes con los
líderes de la Comunidad del Caribe (Caricom), donde ratificó el interés de
Estados Unidos de cooperar económicamente con la región. De camino a Brasil y
en vuelo directo desde Colombia, Biden hizo una parada en Trinidad y Tobago
para reunirse con los presidentes y primeros ministros de los 15 países que
conforman el bloque, con quienes firmó con un acuerdo marco de comercio e
inversión, a través del cual aspiran ampliar el intercambio mutuo en las áreas
de educación, seguridad y desarrollo de energía renovable.
“Estoy aquí porque el presidente Obama quería que tuviera la oportunidad de
dialogar con todos ustedes y porque nuestro país está profundamente
comprometido en mantener una sociedad con todas las naciones del Caribe”, ha
dicho el vicepresidente Biden durante la rueda de prensa conjunta que ofreció
al término de la jornada, junto a la primera ministra de Trinidad, Kamla
Persad-Bissessar, y el presidente de Haití y presidente pro tempore de la
Caricom, Michel Martelly. “La búsqueda de crecimiento, de empleo, de
suministros de energía asequibles, la lucha contra la delincuencia
transnacional y la protección del clima y el medio ambiente, afecta a todas
nuestras fronteras, afectan a la gente de mi país y a sus ciudadanos. El
presidente (Obama) y yo somos conscientes de que las naciones insulares
enfrentan dificultades económicas especiales. El costo de hacer negocios es
alto, las mercancías son más costosas y en el mundo globalizado todo esto puede
ser atenuado”, continuó el vicepresidente estadounidense.
Reducir los costos de la energía e incrementar la participación de los países
miembros de Caricom en el desarrollo de energías renovables con la colaboración
de Estados Unidos fue un punto que ocupó buena parte de las conversaciones.
“Probablemente no hay un grupo de naciones mejor situadas que las naciones del
Caribe para aprovechar las posibilidades de las energías renovables. Sabemos
que muchas naciones caribeñas pagan tres veces más por la energía que nosotros.
Estados Unidos y otros países estamos trabajando en esto, buscando inversiones
y conexiones regionales”, dijo Biden a sus socios caribeños. Y puso como
ejemplo la firma, la semana pasada, de un memorando de entendimiento entre
Trinidad y Tobago y Estados Unidos, para establecer un centro de
investigaciones sobre energías renovables en Puerto España que sirva al Caribe.
Doce de los quince países que conforman la Comunidad del Caribe son, a su vez,
miembros de Petrocaribe, el mecanismo de cooperación energética creado en 2005
por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez para financiar las compras de
petróleo de sus socios y acentuar su influencia política en la región. Bajo
este esquema, los países miembros tienen la prerrogativa de pagar en 90 días el
40% del coste del crudo, en efectivo o mercancías como frijoles, vacas y
azúcar; mientras, el resto de la factura se financia entre 17 a 25 años, con
dos de gracia, y al 1% de interés, en caso de que el precio del barril supere
los 40 dólares. El presidente Nicolás Maduro ha prometido mantener estos
beneficios e incluso ampliarlos con la creación de una “zona económica regional
integral”. Pero la crisis económica que atraviesa Venezuela conspira contra sus
planes, en tanto, la deuda del Caribe con Venezuela, que supera los 20.000
millones de dólares, sigue creciendo.
En este
contexto, viajó el vicepresidente Joe Biden a Trinidad y Tobago, con la misión
de apuntalar la sociedad entre Estados Unidos y los países de la Caricom. Las
conversaciones, que resultaron en la firma del Acuerdo Marco sobre Comercio e
Inversión (llamado TIFA, por sus siglas en inglés), tuvo momentos de “brutal
sinceridad”, según declaró la anfitriona y primera ministra trinitaria
Persad-Bissessar, pero en un tono “franco y directo” que Biden agradeció. “Así
es como los amigos deben tratar a los amigos. Los necesitamos, nosotros los
necesitamos. Y espero que ustedes encuentren un lugar en sus corazones, en sus
economías, en su búsqueda de energía, en su búsqueda de socialización, donde
podamos jugar un rol”, fue el mensaje final del vicepresidente.
El
presidente Michel Martelly gradeció el renovado interés de Estados Unidos en la
región y sus esfuerzos de cooperación, en nombre del grupo. En las
conversaciones de este martes, ha dicho Martelly, las naciones caribeñas
también pidieron a cambio “que Estados Unidos emplee sus influencias en las
instituciones financieras multilaterales y en el G-20 para animar a que se
revise la disminución de financiación en condiciones favorables que han venido
los países del Caricom clasificados como de ingresos medios”. A eso se
comprometió Estados Unidos.
Antes de
que Joe Biden tomara el vuelo que lo llevaría a una visita de varios días a
Brasil y de que los líderes de la Caricom volvieran a sus países, la primera
ministra de Trinidad y Tobago los despidió con estas palabras: “Algunos
pensaron que Estados Unidos ya no estaba interesado en el Caribe o en el
Caricom, y así lo expresaron en unas de esas francas conversaciones que tuvimos
más temprano. Pero el hecho real es que el vicepresidente Biden está aquí, en
la región. Él es el testimonio de que Estados Unidos sigue siendo un fuerte
aliado de la Caricom, y de que vamos a seguir siendo socios en el desarrollo de
las regiones y de las Américas”.
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