Denuncian que reforma penitenciaria en Colombia busca privatizar sistema carcelario
La
solución para resolver los problemas de hacinamiento en las cárceles
colombianas, “no es crear nuevas cárceles, aunque sí se requiere remodelar
algunas que ya existen”, señaló Diego Alonso Arias Ramírez, presidente de la
Unión de Trabajadores Penitenciarios de ese país, quien en entrevista con
teleSUR agregó que para enfrentar con éxito tales retos, es preciso trabajar
más en la prevención. “Se necesita cerrar más cárceles y abrir más escuelas”,
finalizó. teleSUR
Tras
el decreto presidencial de estado de emergencia por el hacinamiento en las
cárceles colombianas, diversos sectores aseguran que reformar el Código
Penitenciario no es la solución al conflicto, pues lo que se plantea es la
privatización. En ese sentido, abogan por la modernización del sistema
carcelario.
La
Unión de Trabajadores Penitenciarios (UTP) de Colombia denunció este lunes que
la reforma al Código Penitenciario, impulsada por el Gobierno, busca privatizar
el sistema carcelario y no resuelve la crisis de las prisiones en ese país
suramericano.
El
presidente de la UTP, Diego Alonso Arias, afirmó a teleSUR que “un código que
busca privatizar el sistema penitenciario no es la salida para una crisis tan
endémica como la que se vive en las cárceles de Colombia”,
Sostuvo
que “desde hace varios meses” la Unión de Trabajadores Penitenciarios ha
denunciado las grandes dificultades que atraviesan los recintos.
Además,
Arias consideró que las medidas tomadas por el presidente Juan Manuel Santos
para subsanar los problemas del sistema de prisiones no son las más eficaces.
En
ese contexto, señaló que la UTP ha realizado diversas propuestas al Estado para
solucionar este conflicto, entre las que destacó, ampliar el sistema, evitar
que el populismo punitivo siga llenando las cárceles, articular la política
penitenciaria con la penal y criminal, e, incluso, el fortalecimiento de los
procesos disciplinarios para evitar la corrupción.
“Sin
embargo, el Gobierno ha hecho caso omiso y plantea un proyecto que busca
entregarle a los particulares la construcción, administración y operación de
los centros penitenciarios”, agregó e indicó que con estas medidas solo se
resolverá la situación a corto plazo y, con el tiempo, este problema devengará
en “una crisis carcelaria de magnitudes desconocidas”.
En
cuanto al panorama de las penitenciarías colombianas, destacó que en estos
recintos “hay tratos crueles, inhumanos (…) hay violaciones fragantes. La
cárcel genera más violencia, producto de un Estado que abandonó a los reclusos
y a los trabajadores, que no quiere ponerle una solución a la crisis y así es
muy difícil avanzar hacia la modernización del sistema carcelario”.
En
ese sentido, acotó que “no vemos una posible salida a este grave crisis”. Sin
embargo, enfatizó en que “hay que seguir trabajando” y, finalmente, puntualizó
en que “esperamos que los congresistas analicen este proyecto, que se dé un
debate abierto y que tengamos un código que podamos operar para construir un
sistema mucho más humano”.
En La Modelo
Entre
tanto, el corresponsal de teleSUR en Colombia, Paul Bacares, realizó este
martes un recorrido por la cárcel La Modelo, en Bogotá (capital), e informó que
sobre este aspecto “ha habido varias reacciones por parte de los servidores
públicos”.
Según
Bacares, el defensor del pueblo, Jorge Armando Otalora, dijo que se debe
decretar la emergencia social, establecida en la Constitución, pues “la
emergencia carcelaria no sirve para nada”.
Expresó
que, además, la reforma al Código Penitenciario, impulsada por el presidente
Santos, posee muchos detractores, quienes reiteran los señalamientos del
presidente de la UTP, cuando afirman que “lo que se busca es privatizar y
convertir el tema penitenciario en un negocio”.
Asimismo,
detalló que los líderes sociales de Colombia se han manifestado en contra de la
reforma, “ya que lo que se quiere es crear más cárceles, pero no están pensando
en reformar a los presos, darles un cambio social”.
La
víspera, el presidente Juan Manuel Santos decretó estado de emergencia en las
cárceles del país y anunció que se “acelerará la entrega de una serie de
recursos” destinados al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec)
para aumentar la capacidad de los penales colombianos.
Por
su parte, la ministra de Justicia, Ruth Stella Correa, reconoció que hay un
exceso de 40 mil reclusos en las prisiones del país suramericano.
Según
cifras de la Defensoría del Pueblo, durante los últimos 12 años la
población carcelaria se incrementó a 54 mil 915 personas, mientras que en el
mismo lapso los cupos aumentaron solo en 42 mil. Lo que implica un déficit de
12 mil 906 cupos, sin contar la situación de hacinamiento antes de este
incremento.
El
Inpec calculó que la tasa de sobrepoblación es de 45 por ciento, y confirmó que
de los 142 establecimientos de reclusión que administra, hay tres que tienen el
mayor índice: Riohacha, con capacidad para 100 internos y que hoy cuenta
con 427; Bellavista, en Medellín, que fue construida para dos mil
424, pero tiene siete mil 472 presos, y La Modelo, en Bogotá, cuya
capacidad es de dos mil 907 internos, pero alberga a siete mil 839.
Telesur
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