Jóvenes chilenos retoman las calles por la gratuidad de la enseñanza
Miles de estudiantes chilenos volvieron hoy a salir a las calles para
exigir una profunda reforma educativa que lleve a un sistema de enseñanza
pública gratuita y de calidad, en la segunda manifestación de carácter nacional
este año, ya que hubo movilizaciones en ciudades como Valparaíso y Concepción.
La marcha nacional, convocada por la Confederación de Estudiantes de
Chile (Confech), reunió a unas 80 mil personas, de acuerdo con los
organizadores, y a unos 37 mil, según las autoridades. En Santiago, la protesta
transcurrió pacíficamente y sólo al final grupos de encapuchados provocaron
desmanes y la intervención de la policía, con saldo de 73 detenidos y tres
policías y un periodista lesionados.
Jóvenes con disfraces marcharon y bailaron con pancartas alusivas a
“no vender la educación”. La marcha partió de la Universidad de Santiago y
culminó en el Parque de los Reyes, en medio de un férreo control de la policía
militarizada de carabineros.
“Si no presionamos los cambios no van a llegar y seguirá la segregación
en la educación”, declaró el presidente de la Federación de Estudiantes de la
Universidad Católica, Diego Vela. Destacó el carácter nacional de la
manifestación, y anticipó que el 21 de mayo “volveremos a marchar y esa será la
última oportunidad del gobierno para generar cambios y cumplir sus promesas”.
Otro de los líderes estudiantiles de la Universidad de Chile, Andrés
Fielbaum, subrayó que la exigencia del movimiento estudiantil es por una
educación gratuita que no dependa de un bono o un cambio en un formulario.
Agregó que “la educación es un derecho” e insistió en la necesidad de buscar
una forma efectiva de poner fin al lucro, así como medidas para fortalecer la
educación pública.
Carolina Schmidt, nueva ministra de Educación, dijo: “nuestro sistema
educacional tiene profundas injusticias. Es un deber de las autoridades y del
mundo político avanzar hacia corregir esas injusticias, así como del movimiento
estudiantil manifestarse para, justamente, relevar la importancia que requiere
la educación en nuestro país”.
Schmidt, quien enfrentó hoy la primera protesta estudiantil, fue
acusada por los estudiantes de haber suprimido miles de becas tras asumir su
cargo hace dos semanas.
El presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera, reiteró su
rechazo a las exigencias de una educación pública gratuita y de calidad, al
señalar que no está de acuerdo en que “el dinero de todos los chilenos pague la
educación a los más ricos”. Añadió: “Creo que el Estado no tiene derecho a
monopolizar la educación”.
La ex mandataria socialista Michelle Bachelet, favorita para los
comicios presidenciales del 17 de noviembre próximo, sostuvo que hay que
avanzar en la gratuidad en educación y descartó que ésta beneficie a los ricos.
El movimiento estudiantil, en lucha desde 2011, quiere poner fin al
modelo heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). A la fecha,
son menos los escolares que asisten a escuelas públicas gratuitas y la mayoría
va a colegios privados en los que se pagan mensualidades compartidas entre
padres y el Estado. Pero en el ámbito universitario no existe la gratuidad.
Desdeabajo
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