Testimonio de un reo de Guantánamo: “Fui un conejillo de Indias”
“Las torturas no eran físicas,
sino más bien psicológicas. Por alguna razón, la misma noche que bombardearon
Iraq en 2003 a mí me colocaron en aislamiento. Permanecí ahí dos años, durante
6 meses no vi el sol”, cuenta a Russia Today Ferroz Abbasi, ex reo de la Base Naval de Guantánamo.
“Luego los empleados de la
prisión empezaron a abusar aún más de su poder. Rastreaban las celdas. Las
condiciones iban empeorando. Las celdas se volvían más oscuras, los reos no
podían comunicarse entre sí, se cortó la comunicación con el resto del mundo.
Las autoridades resolvían las huelgas de hambre obligando a los reos a comer a
través de tubos, a veces mucho más de lo necesario”.
“A mí también me llevaron al
médico. Fingí no hablar inglés. Uno de los enfermeros que estaba ahí hacía un
curso médico a distancia o algo parecido y bromeaba qué instrumento elegir para
aplicarlo sobre mí. Me usaba para hacer sus prácticas como si yo fuera un
conejillo de indias.”
El pasado 6 de febrero los presos
de Guantánamo se declararon en huelga de hambre para protestar por las
violaciones de los derechos humanos en el recinto, así como por la confiscación
de ejemplares del Corán y de otras pertenencias.
La cárcel de Guantánamo fue
creada en 2002 tras los atentados del 11-S para recluir en ella a sospechosos
por terrorismo. Cerca de 167 personas permanecen aún en esta prisión ilegal, la
mayoría sin que se hayan presentado cargos en su contra ni haber sido
condenados por ningún tribunal. Los defensores de los derechos humanos
exigen el cierre de la polémica base, donde EE.UU. practica torturas físicas y
psicológicas. El presidente estadounidense, Barack Obama, todavía no ha
cumplido su promesa electoral de cerrar la prisión.
Cubadebate
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